Un leñador estaba trabajando duro junto a un río. Por accidente, dejó caer su hacha en el río profundo. Se sentó en la orilla del río y puso la cabeza entre las manos. Un homprecillo vestido de verde se lanzó al río y salió con un hacha dorada. Se lo dio al leñador como recompensa por su honestidad. El leñador se fue a casa y les contó a todos sus amigos lo que había sucedido. Los amigos del hombre fueron al lugar junto al río al día siguiente y lo encontraron llorando.