La respuesta correcta para esta pregunta abierta es la siguiente.
Aunque las ideas pueden ser diversas, una propuesta general podría ser la siguiente:
La evangelización de cada uno de los cristianos, es el fin de la iglesia. Y por tanto a los que corresponden a sus llamadas, El Espíritu Santo, hace santos.
Esa puede ser una de las bases dogmáticas de la iglesia Católica. En tiempos modernos, en donde esta iglesia ha perdido feligreses en varias partes del mundo, la evangelización sigue siendo su prioridad para capturar a un mayor número de feligreses y esparcir el mensaje de Jesús de Nazaret -según los Católicos- hijo único de Dios e intercesor de los humanos ante el Padre celestial.