Answer:
Sin ninguna duda, los cuatro conceptos mencionados son factores clave que constituyen los principios más importantes de toda nación democrática, como es el ejemplo de Chile.
En primer lugar, la soberanía nacional implica la capacidad de una nación de darse sus propias leyes y autogobernarse a través de la elección de sus representantes por medio del pueblo, pudiendo estos representantes administrar sus recursos de forma independiente. Si no existiera la soberanía, sencillamente no existiría la nación: sin capacidad de manejar sus propios destinos, todo territorio seria una simple colonia o dependencia provincial.
En cuanto a la división de poderes del Estado, la historia ha demostrado que sin división de poderes se recae en un absolutismo que lejos está de constituir un gobierno democrático, en tanto todo el poder recae sobre una sola persona, que puede imponer su voluntad sin control por parte de terceros. Por ende, la división de poderes es fundamental para evitar gobiernos tiránicos o déspotas.
En tercero lugar, la igualdad ante la ley es un principio fundamental de la democracia, por medio del cual todos los habitantes de la nación gozan del mismo status legal, sin reconocimiento de prerrogativas de sangre ni privilegios de clase, teniendo entonces todos ellos los mismos derechos y obligaciones entre ellos y para con el Estado. Si esto no fuese así, habría personas con mayores o mejores derechos que otras, contrariando de esta manera el principio democrático de la igualdad.
Por último, la existencia de una Constitución es un requisito fundamental para la formación de una nación democrática, en tanto es un cuerpo legal que sirve de base para la organización de la nación y como principal garantía para los derechos elementales de sus ciudadanos.