En el tema "Pachuco", la generación de jóvenes noventeros y roqueros retaban a la autoridad y moral de sus padres, que al parecer, habían olvidado que fueron jóvenes y que su generación ni era ni tan decente ni tan formal.
Para Miguel ser pachuco es una cuestión de orgullo, expresa que vestirse como tal no es un acto de pena sino de heroísmo, de creer en algo y defenderlo, dice que por si él fuera, se vestiría así todos los días, por lo pronto lo hace cada fin de semana, que es cuando baila en las plazas de Gómez Palacio, Torreón y Lerdo