Evitar la violencia de género comienza con la educación en el hogar. Enseñar a nuestros hijos (hembra y varón) a respetar a sus semejantes. Mostrarle que ambos son importantes y valiosos y que tienen los mismos derechos. Más aún, fomentar el buen trato entre los padres y hacia los hijos. No hay mayor enseñanza, que el ejemplo.