Step-by-step explanation:
El proceso de globalización —omnipresente, ambivalente, evasivo e inasible— también
imprime su sello en el ámbito de la cultura. La globalización tal como se presenta a co-
mienzos del siglo XXI implica considerar una diversidad de cuestiones diferentes, pero
que se entrecruzan y en algunos casos retroactúan unas sobre otras, tales como la iden-
tidad cultural y la interculturalidad que comprende a su vez lo multicultural, lo pluri-
cultural, lo policultural, lo ecocultural, lo cross cultural. Si se engloba en alguna medida
todo lo anterior se hará presente la problemática de la transnacionalización de la cultura
(término que algunos utilizan para hablar del proceso de globalización de la cultura).
Habría que aludir también —si se pretendiese hacer un análisis más exhaus-
tivo— a las diferentes formas y niveles en que se expresa la cultura y las formas en
que incide en ellas el proceso de globalización: en la cultura de élite y en la cultura de
masas, la cultura popular y la cultura del pueblo; en las culturas hegemónicas en el
interior de cada país y en las culturas subalternas. Dentro de ese contexto, habría que
estudiar la contracultura o las formas de cultura alternativas. Todo esto —que de algún
modo hemos tratado en otro libro1
— nos alejaría demasiado de los propósitos de este
trabajo (lo mencionamos para que el lector tenga presentes otras dimensiones de esta
problemática).
Hemos escogido como temas a considerar los hechos principales en los que se
refleja el proceso de globalización cultural y su ambivalencia. Haremos referencia a lallamada transnacionalización de la cultura y a lo que las industrias culturales implican
en ese proceso. Considerando que la cultura expresa un modo de vida (de ser, de pensar
y de actuar), examinaremos lo que significa el modo burgués de ser en el mundo, como
el paradigma de lo deseable para la globalización llevada a cabo conforme al modelo
neoliberal. A esto contribuye el pensamiento único, las tesis sobre el fin de la ideología,
el derrumbe de las utopías y el fin de la historia. De estas cuestiones nos ocuparemos
en este documento.
1. LA CANALIZACIÓN DEL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN CULTURAL
La globalización cultural, como forma de transnacionalización de la cultura, se ha pro-
ducido o canalizado a través de dos vías de diferente naturaleza: los medios de comuni-
cación de masas y el comercio internacional. Ligada tanto a los medios de comunicación
de masas como al comercio internacional, la gran expansión propagandística y publi-
citaria ha permitido y facilitado la globalización cultural de acuerdo con los valores del
modelo de globalización neoliberal.
En cuanto a los llamados “medios de comunicación de masas”, que en sentido
estricto habría que llamar “medios de información masiva”,2
son indudablemente los
principales canales de la globalización de la cultura. Los nuevos medios de comunica-
ción —dice Brzezinski— “están llamados a elaborar una novedosa conciencia planeta-
ria que supera las culturas firmemente enraizadas, religiones tradicionales sólidamente
establecidas e identidades nacionales bien distintas”.3
Después del espectacular desarrollo de los medios de comunicación de masas,
que en estas últimas décadas han ido trasformando el planeta en una “aldea global”
conmovida por la “explosión informativa”, hoy nadie duda del importantísimo papel
que desempeñan en todas las esferas de la vida de la sociedad moderna.
No sólo son medios que llegan a todos los ámbitos y rincones del planeta, no
sólo son medios que permiten lograr casi la instantaneidad de la noticia, no sólo han
configurado una civilización que también podemos caracterizar como civilización
de la imagen, sino que —y esto es lo que aquí nos interesa— son instrumentos idó-
neos para la dominación ideológica y cultural. Hoy, a Estados Unidos casi le basta
enviar programas de televisión en lugar de “marines” y todo su arsenal de armas de
destrucción masiva. Digo “casi” porque si bien prefieren enviar programas de tele-
visión, en caso de que ellos lo estimen necesario (Bush lo ha demostrado), no tienen
limitaciones militares ni ética para llevar a cabo una política de “sangre y hierro”.
Por ello es importante entender —y en esto Mattellart nos ha proporcionado
más de un texto esclarecedor— la naturaleza y la finalidad de la actividad comunica-
tiva en un mundo globalizado. Los aspectos más relevantes que importa destacar nos
parecen los siguientes:
• Comprender la estrategia global de ocultamiento e inversión de la realidad pro-
pia en la actividad comunicativa controlada por las grandes corporacio