En las zonas rurales, las condiciones de trabajo tienden a ser difíciles, precarias y peligrosas puesto que los empleos rurales son generalmente informales, no existen contratos escritos y los empleados no gozan de protección social. Es habitual que las personas trabajen muchas horas, perciban ingresos bajos e inestables y con frecuencia se vean forzadas a combinar varias actividades para poder subsistir.
Las personas de campo viven de manera más dispersa que las personas de ciudad. El campo o medio rural se caracteriza por albergar a un menor número de habitantes, que viven en forma más bien dispersa.