El costo de las entradas puede ser elevado. Las entradas para los teatros suelen ser más caras que las entradas para el cine o los conciertos. Esto puede dificultar que las personas de bajos ingresos puedan disfrutar de las artes escénicas.
El tiempo de viaje puede ser largo. Los teatros suelen estar ubicados en centros urbanos, lo que puede hacer que sea difícil y costoso llegar a ellos para personas que viven en zonas rurales o suburbanas.
La experiencia puede ser incómoda. Los teatros suelen ser espacios cerrados y llenos de gente, lo que puede ser incómodo para algunas personas. Además, las sillas de los teatros suelen ser pequeñas y duras, lo que puede dificultar que las personas con problemas de movilidad puedan disfrutar de la experiencia.
La calidad de la obra puede ser decepcionante. No todas las obras de teatro son de buena calidad. Algunas obras pueden ser aburridas, mal actuadas o mal dirigidas. Esto puede ser una experiencia frustrante para los espectadores que esperan disfrutar de una buena noche de teatro.