Los microplásticos pueden ser ingeridos por organismos marinos, como peces, mariscos y aves marinas, y pueden acumularse en sus tejidos y órganos. Esto puede tener efectos negativos en la salud y el comportamiento de los animales marinos, y puede alterar la composición de las comunidades marinas. Además, los microplásticos también pueden transportar y liberar sustancias químicas tóxicas que pueden ser dañinas para los organismos marinos.
La presencia de microplásticos en el mar también puede tener implicaciones para la salud humana, ya que los seres humanos pueden ingerir microplásticos a través del consumo de mariscos y pescados contaminados con estos contaminantes.
Para abordar el problema de los microplásticos en el mar, se necesitan esfuerzos para reducir la cantidad de plástico que llega al océano y mejorar la gestión de los residuos plásticos. También se están explorando tecnologías y métodos para eliminar los microplásticos del medio ambiente marino.