Anoche mis amigos y yo salimos a cenar a un restaurante guatemalteco. Elegimos ese lugar porque uno de mis amigos hizo una reserva. Además, elegimos este restaurante porque mi amigo Carlos leyó una reseña en Internet que decía que la comida es auténtica y muy sabrosa. Es un restaurante informal, así que nos vestimos cómodamente con jeans azules. Allí mis amigos y yo nos sentimos como en casa. El camarero que nos atendió fue muy amable. Mis amigos pidieron tamales, mientras yo disfrutaba de un plato principal con arroz, carne y frijoles. ¡Fue una cena deliciosa!