Este poema parece tener varias figuras literarias. Las figuras utilizadas y los fragmentos de texto que lo reflejan son:
Anáfora: La repetición de la frase "Es la noche desamparo", "Es el cielo desamparo" y "Es el mundo desamparo" al principio de cada estrofa es una anáfora, que es una figura literaria que implica la repetición de palabras o frases al comienzo de versos sucesivos.
Metáfora: La comparación de la noche con el desamparo, el cielo con la caída de la Luna al mar, y el mundo con la carne triste son ejemplos de metáforas. Estas comparaciones sugieren una conexión emocional entre los elementos mencionados y la sensación de desamparo.
Personificación: La atribución de acciones humanas a elementos no humanos, como "la que te mece", "la que te estrecha" y "la que te oprime", es una forma de personificación. Aquí, se le da cualidades humanas a la noche, el cielo y el mundo.
Paradoja: La afirmación de que a pesar de la noche, el cielo y el mundo como desamparo, la narradora no tiene soledad crea una paradoja. La paradoja es una figura literaria que implica una contradicción aparente que, sin embargo, puede tener un significado más profundo.
Contraste: El contraste entre la desolación del entorno descrito y la afirmación positiva de que la narradora no tiene soledad agrega un elemento de contraste, lo que puede intensificar la expresividad del poema.