En los años setenta y ochenta, la tecnología era mucho menos avanzada que la tecnología actual.
Los ordenadores eran grandes y lentos, y no se podían llevar en el bolsillo como los teléfonos móviles de hoy en día.
En cuanto a la comunicación, no existían las redes sociales ni los servicios de mensajería instantánea que son tan comunes hoy en día.
Además, la televisión y la radio eran las principales formas de entretenimiento, mientras que ahora se puede acceder a una gran cantidad de contenido en línea.
En resumen, la tecnología ha avanzado enormemente en las últimas décadas, lo que ha tenido un gran impacto en nuestra forma de comunicarnos, trabajar y divertirnos.