Answer:
Pues hablemos primero de lo que sucede antes de apagar la luz y usemos como ejemplo el viaje de un solo fotón.
Un fotón proveniente de un bombillo de luz blanca se dispara en línea recta hacia la pared. El material que cubre la pared, en este caso la pintura, tiene ciertas propiedades físicas y la energía del fotón es absorbida por un electrón de algún átomo de esa superficie. Ocurre una excitación del electrón, el cual ahora tiene más energía de la que normalmente tiene en su estado fundamental, y para regresar a su estado fundamental emite parte de esa energía como un nuevo fotón, este último de menor energía (frecuencia) que el anterior. La frecuencia dependerá del material y esa nueva frecuencia es la que da color a la pared. La luz blanca está compuesta por fotones de distintas frecuencias. Los de baja frecuencia son absorbidos y lo que se emite es en forma de calor, lo cual no puedes ver con tus ojos. Los de alta frecuencia tienen suficiente energía para que la energía que se re-emite sea visible y posiblemente sea re-emitida, cada vez con menos energía. Uno habla de que la luz “rebota” en el objeto. (Aunque “rebotar” no es necesariamente la acción correcta, voy a usar el término para simplificar).
Ahora digamos que ese fotón que “rebotó” en la pared rebota en otra pared y otra pared. Ese fotón es solo visible si en ese rebotar llega a tu ojo antes de que su energía sea demasiado baja. No podemos ver el calor ni las microondas que son fotones de baja energía. Al final la energía se va a convertir en calor, el cual es invisible al ojo humano.
Ese es el trayecto de un solo fotón. El bombillo produce un flujo de fotones en todas direcciones. Hay que recordar que esos fotones viajan a la velocidad de la luz. Cuando el bombillo se apaga, se interrumpe el flujo de fotones. Si se movieran a la velocidad del agua en una manguera, verías el flujo rebotando por varios segundos hasta que los fotones que más han rebotado desaparecen de tu vista por aquello de la baja frecuencia energética. Pero al viajar a la velocidad de la luz, el tamaño de la habitación se hace irrelevante y nuestra experiencia es prácticamente instantánea.
¿A donde va la luz? La luz no sale de la habitación sino que la calienta.