Después de 1976 Chávez lideró el sindicato a través de una reorganización importante, destinada a mejorar la eficiencia y el alcance al público. En 1984, en respuesta a la negativa de la industria de la uva a controlar el uso de pesticidas en sus cultivos, Chávez abrió un boicot internacional de la uva de mesa.
Durante treinta años Chávez se dedicó tenazmente a los problemas de algunos de los trabajadores más pobres de Estados Unidos. El movimiento que inspiró logró aumentar los salarios y mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores agrícolas