Cuando era mas joven, mi familia decidió ir de viaje, y escogieron visitar unos cerros. Escalamos los cerros y descansamos en una zona de descanso donde habían mesas y comimos juntos. Cuando nos sentamos ahi, pude sentir la brisa fresca y ver el verde pasto, fue un momento muy agradable. Después de comer, seguimos subiendo y llegamos a la cima, la vista era hermosa. Se podia ver el océano a lo lejos y montañas en la lejanía. En esa cima, nunca he visto un paisaje mas lindo y relajante.