Answer:
El islam es considerado frecuentemente una religión árabe, y durante gran parte del siglo VII realmente lo fue. La tercera gran creencia enraizada en Abraham (junto al judaísmo y el cristianismo, religiones que tienen sus orígenes en la figura bíblica de Abraham) nació en el occidente de Arabia. Su profeta, Mahoma, era árabe; las escrituras reveladas, el Corán, están escritas en árabe y en las postrimerías de la vida de Mahoma, en el año 632, todas las tribus de la península Arábiga habían acatado su autoridad. Los ejércitos acaudillados por los árabes conquistaron territorios desde la península Ibérica hasta la India en menos de cien años, implantando una administración central, el califato, en la que los árabes ocupaban la mayor parte de los cargos de poder y de privilegio. Muchos árabes llegaron a considerar sus sorprendentes triunfos militares como una prueba de la superioridad de su nueva religión. Esta creencia parecía confirmarse por la afluencia de nuevas e insospechadas riquezas y de bienestar procedentes de los territorios conquistados. Los árabes capturaron enormes botines en sus batallas y tras sus victorias asumieron posiciones importantes y lucrativas en el seno del gobierno imperial del califato. El nuevo imperio les proporcionó asimismo el control sobre el comercio, una situación tremendamente favorable tanto para los comerciantes árabes como para los funcionarios gubernamentales encargados de la recaudación de impuestos. Por lo tanto, no resulta sorprendente que los árabes se mostraran remisos a compartir estos enormes beneficios con los pueblos excluidos de la comunidad musulmana. Tampoco es de extrañar que los extranjeros intentaran entrar a formar parte de este grupo privilegiado. En gran parte, esta tensión estuvo subyacente en la dramática transformación del islam, pasando de una forma de expresión cultural específicamente árabe a una tradición cosmopolita y universal en el transcurso de poco más de cien años.
Step-by-step explanation: